Cambiar un espárrago roto

Es posible, que quitando una rueda, tengamos la mala fortuna de que se nos rompa un espárrago. Suele ocurrir a causa de temperaturas muy frías, del desgaste, de ejercer demasiada presión, etc…

Esto es lo que le pasó a Chelo en su Sorento una mañana cuando fue a desmontar la rueda que tenía pinchada.

Pues bien, en su momento se reparó el neumático y se circuló un par de días con un perno menos en la rueda. Todo esto mientras esperábamos el recambio original: un perno y una tuerca.
Visualizamos previamente la avería.
Procedemos a desmontar la rueda del modo que todos sabemos, y vemos al quitar ésta los espárragos en su alojamiento del disco de freno.

Ya que vamos a realizar esfuerzos sobre el coche, es conveniente apoyar también el chasis en algún caballete para que nos dé más seguridad.

La siguiente operación será desmontar la mordaza de freno.

Lo haremos quitando los dos tornillos que señala la foto, con una llave de vaso de 19 mm.

Esto nos permitirá acceder a la parte trasera del disco, lugar por donde sacaremos y colocaremos los pernos.

Una vez hemos quitado la pinza, la aseguraremos sobre el triángulo superior (para que no estorbe), y golpeamos el perno roto hasta conseguir que se desencaje de su alojamiento.

Lo sacamos por detrás y del mismo modo colocamos el perno nuevo.

Por falta de espacio, no podemos golpear bien por detrás para encajar el perno nuevo, así que usaremos un pequeño truco.

Con unas arandelas y una de las tuercas de la rueda, iremos afianzando el perno en su sitio.

Además, todo lo que no se llegue a encajar ahora, lo hará cuando coloquemos la rueda en su sitio.

Esto ya está terminado, volvemos a montar la pinza del freno apretando bien fuerte los dos tornillos, colocamos la rueda y después de haber rodado unos kilómetros, comprobamos que los tornillos de ésta siguen bien apretados.
Extraído de Spiritt4x4

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